3. Remover los ingredientes de la sartén, a fuego lento, con mucho cuidado que el ajo no se queme. En cuanto los ajos empiecen a dorarse, podemos apagar el fuego y sacar la guindilla. Es importante retirar y tirar la guindilla de la sartén, puesto que pica mucho y no quisiéramos comerla!
4. Hervir la pasta elegida en una olla grande (en mi caso he utilizado tallarines gruesos) con un poco de sal. Cuando ya los tallarines estén al dente, retirar el agua de la olla y dejar la pasta en su interior sin agua.